Carter con el faraón akenaton

La maldición de Tutankamón

Descubrimiento de la tumba de tutankamón

 

En el Valle de los Reyes ocho años tras el descubrimiento de el sepulcro de tutankamón, veintitres de las veinticuatro personas que participaron en su apertura habían fallecido de forma súbita, ¿a raíz de la maldición del faraón?

veinticuatro de noviembre de mil novecientos veintidos en el Valle de los Reyes…

Howard Carter el estudioso que capitaneaba una ya mítica expedición arqueológica, observa algo fantástico por medio de una pequeña abertura entre las rocas.. Va a ser el descubrimiento de su vida y el más esencial del siglo.

Se trataba nada más y nada menos qué de el sepulcro del faraón Tutankamón uno de los más legendarios personajes del Viejo Egipto, un hombre que fue rey desde pequeño y que murió a los dieciocho años víctima de las luchas intestinas por el poder en una temporada en la que se re instauro el culto a múltiples dioses tras la fugaz temporada monoteísta decretada por Akenatón.

Carter debió aguardar diecisiete días para acceder al interior y descubrir su contenido: Ataúdes dorados, sitiales de oro, esculturas, jarrones de alabastro y evidentemente, el sarcófago con la momia del faraón.

 

El enigma de tutankamon

Como en tantas tumbas, fue sellado hace miles y miles de años.

Así, los egipcios pretendían resguardar la distancia de los saqueadores que osaran vulnerar el eterno reposo del faraón como en las dinastías precedentes del Viejo Egipto cuando los enterramientos de los faraones se generaban en las Pirámides de Egipto.

 

¿Quién es Tutankamón?

 

Bastante gente no va a saber que Tutankamon fue coronado faraón cuando contaba solo con ocho o bien nueve años de edad.

Obviamente, a esta edad tan pequeña, eran otros los que verdaderamente tomaban las resoluciones en su sitio, en un caso así los encargados eran Uy, el padre de Nefertiti, y un general miembro de su consejo, llamado Horemheb.

Tutankamon solo reinó en el viejo Egipto a lo largo de más o menos una década, muriendo poco después cuando aún era poco más que un adolescente.

Tutankamon murió a raíz de una infección en la pierna. A lo largo de un tiempo se creyó que podría haber sido asesinado en tanto que tenía un golpe en la parte delante de la cabeza.

No obstante, se ha descubierto que ese golpe fue producido de forma casual tras la muerte del faraón y que esa no fue la auténtica causa de la muerte.

En lo relativo a la familia de Tutankamon, todo es bastante confuso. Se sabe que su padre estaba casado con Nefertiti, con la que tuvo seis hijos, mas asimismo tenía otra esposa de menor edad, de la que se supone que es hijo Tutankamon.

Por su parte, el faraón se casó con una de las hijas que su padre tuvo con esta segunda esposa, o sea, se casó con su hermana. En lo que se refiere a la descendencia del faraón, este no tuvo hijos, si bien sí se sabe que su esposa llegó a estar encinta un par de veces, si bien tuvo que abortar.

 

¿De qué murió el faraón Tutankamón?

 

 

La maldición que protege la tumba de Tutankamon

 

Afirma la historia de leyenda que sobre quiénes lo hiciesen caería una maldición mortal.

Por desgracia, ladrones de tumbas, y más en estas tierras, lleva siglos haciendo de las suyas. No obstante, al estar totalmente oculta, separada de la arena,la tumba de Tutankamón se había mantenido íntegra a lo largo de siglos.

Y en consecuencia la presunta maldición proseguía actualmente.

Poco más tarde del descubrimiento, el primordial patrocinador y financiador de la expedición, el George Herbert de Carnarvon, padeció picadura de un mosquito venenoso.

Murió a las poquitas semanas, y en cuestión de horas con su cuerpo todavía caliente, periódicos de medio planeta británicos a la cabeza recordaron las amenazas y se preguntaron si la maldición de tumba de Tutankamón había comenzado a surtir efecto.

La momia de Tutankamon

 

«La muerte tocará con sus alas al que toque al faraón muerto», decía según la prensa de la época la inscripción que se encontró Carter al abrir la tumba.

 

Carter visualizando apertura de la tumba de Tutankamón

Sir Archibald Douglas Reid, del Museo de la ciudad de El Cairo y que había participado de manera directa en el descubrimiento, fue el próximo en caer. Primero sintió un malestar extendido y días después, su corazón dejaba de palpitar. Todo ocurría poco tras haber completado su último servicio profesional: Radiografiar la momia del faraón.

Arthur el hombre que asistió a Carter a abrir la cámara sepulcral moriría en aquellos días. Todo seguido, el de Carnarvon correría exactamente la misma o bien peor suerte pues se suicidó sin causa aparente. Elizabeth Carnarvon fue la próxima en fallecer; a ella le había picado otro insecto mortal de necesidad. Y sin tiempo para parar la tregua, uno de los más estrechos cooperadores de Carter asimismo abandonaría el planeta de los vivos. Se trataba de Evelyin white que asimismo se suicidó…

El veintiuno de febrero de mil novecientos treinta, otro extraño suicidio en inglaterra. Un británico de sesenta y ocho años Lord Westbury se arrojo al vacío… ¡Lo que son las cosas Curioso! Su hijo había participado de manera directa en la apertura de el sepulcro.

Y sin tiempo para llorarle, Westbury se acostó un día de aquellos para no regresar a abrir los ojos jamás más.

En mil novecientos treinta, ocho años tras el descubrimiento, las veinticuatro personas que habían participado en la apertura de la más conocida tumba del viejo egipto, veintitres habían fallecido de forma súbita y también inopinada.

El tema se complicó en mil novecientos treinta y nueve a lo largo de la celebración del Año Nuevo musulmán, que se retransmitía por medio de una radio estatal egipcia. Para uno de los temas musicales que se interpretaron se decidió emplear las trompetas que habían sido descubiertas dentro de el sepulcro y que desde ese momento se hallaban entre las compilaciones del Museo de la ciudad de El Cairo.

El conductor que las transportó cara los estudios de radio padeció un accidente automovilístico mortal y el músico que horas después la toco.

Muchas son las hipótesis que se han elaborado para explicar tal cadena de acontencimientos luctuosos relacionados con la momia y la supuesta maldición. Las últimas investigaciones apuntan a que el sepulcro, atrás estaba cerrada a lo largo de cientos y cientos de años, había desarrollado en su interior larvas con algún género de veneno y parásitos que de una forma o bien otra afectaron a la salud (desgastada por la edad en algunos casos) de quienes estuvieron cerca de la momia.

Asimismo posiblemente se concentrarán en la propia tumba determinados elementos radioactivos que han sido identificados en otros Templos Faraónicos. Según lo que parece, de los materiales que emplearon los egipcios en sus construcciones emitían, de forma natural, radioactivos si no mortales, sobre la media.

Y asimismo es viable, que cueste aceptarlo que todo hubiese sido fruto de una casualidad inigualable. De este modo lo defiende un conjunto de estudiosos australianos que en el último mes del año de dos mil dos publicaron una investigación con respecto a la maldición de Tutankamón en la gaceta científica British Journal medicine. Sus autores aseguran que la conocida inscripción que advertía a los saqueadores (la muerte va a tocar con sus alas al que toque al faraón fallecido) jamás apareció en el sepulcro, sino más bien en una novela de finales del siglo XIX.

 

Tutankamon investrigadores australianos

Los estudiosos australianos realizaron un seguimiento biográfico de los veinticuatro arqueólogos y también estudiosos que estuvieron en contacto con el sepulcro del faraón. Como muestra de control, tomaron las referencias de veintiuno personas implicadas en pesquisas arqueológicas en exactamente el mismo sitio y en exactamente la misma temporada mas que no tuvieron relación directa con el sepulcro.

Pretendían descubrir dependiendo de la edad de fallecimiento de los cuarenta y cinco investigados, si los primeros vivieron aproximadamente.

Llegaron a la conclusión de que de casualidad las vidas de los primeros fueron más cortas…

Los estudiosos que mostraron al planeta la fantástica tumba de tutankamón, cuando participaron en la investigación ya eran personas de determinada edad, por término medio a los 60/65 años. A lo que hay que sumar que Howard Carter, el primordial “implicado” en la presunta maldición, en tanto, murió en mil novecientos treinta y nueve a los sesenta y cuatro años, diecisiete años después que abriese el sepulcro y su muerte de forma completamente natural.

En consecuencia, los estudiosos australianos determinaron que fue debido al factor “edad” en la mayor parte de los casos.

 

¿Y tú que crees curioso? ¿Estás con los investigadores australianos o tienes otra teoría?

 

Te dejo un documental muy completo a cerca del verdadero Tutankamón, el hombre que estaba detrás de la máscara de oro

 

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https://www.youtube.com/watch?v=fb2Pnx7kCqw

 

 

Déjame tu comentario que estaré encantado de verlo 😀

 

 

2 comentarios en “La maldición de Tutankamón”

  1. Sugey dw Moran.

    Me apasiona mucho la historia del antiguo egipto y más la del faraón tukankamon.
    Gracias por publicar este documental.

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